Things I learned the hard way

Hace unos días estábamos mi sambo, un amigo y yo hablando de nuestras aficiones; ellos dos como pajareros y yo como tejedora, comentábamos como habíamos empezado cada uno con palicos y cañicas y toda la ilusión del mundo. Ellos al principio con los manuales más baratos que estaban a su alcance, unos prismáticos que hoy en día ni cogerían y mucha, mucha paciencia. Yo, por mi parte, he aprendido casi todo lo que sé a través de internet pero también de manera completamente autodidacta. Y en sí, eso es genial, porque la satisfacción que produce cuando vas haciendo progresos, por pequeños que sean es indescriptible, aunque hay que reconocer que a veces es mucho más fatigoso. Así que los tres echando la vista atrás nos reíamos un poco sobre cómo habíamos conseguido cosas dando muchas vueltas porque nadie nos había dicho que había una manera directa y fácil de hacerlas.
En fin, reconozco que aprender a tejer de esta manera me ha proporcionado grandes safisfacciones y unas frustraciones también considerables...y a veces desearía poder acudir a otras tejedoras, como cuando Désirée en una tarde me explicó cómo tejer calcetines, así de fácil! después de tantísimos intentos en vano por mi parte.

Con respecto a la carrera calcetinil, el calcetín morado va en cabeza...lana 100%, talla más pequeña y agujas de bambú, definitivamente lo tiene todo de cara ;)